Vias de contagio

El VIH se encuentra presente en los diferentes fluidos corporales, en diferentes proporciones. Para que el contagio se produzca la presencia debe ser alta. Para que pueda afectarnos tiene que llegar hasta nuestra sangre, y esto puede ser de diferentes maneras. El contagio se puede producir de 3 formas generales distintas:

Contacto directo (sangre-sangre):

Se produce cuando la sangre del infectado entra en contacto con la de otro. Esto se puede producir de dos formas, en primer lugar, y cuando la enfermedad era menos conocida a través de las donaciones de sangre infectada, ya que no había forma de identificar la sangre infectada. La segunda forma es a través del uso compartido de jeringuillas.

Contacto de líquidos corporales con la sangre:

Además de la sangre el virus también está presente en mayor o menor medida en el semen, las secreciones vaginales o la saliva (aunque en esta la concentración no es suficientemente elevada como para que se produzca el contagio).

Al mantener relaciones sexuales, se pueden producir pequeñas erosiones o heridas, en ocasiones inapreciables, a través de las cuales puede entrar en contacto los fluidos con la sangre y producirse el contacto. Por tanto el virus puede infectarnos si tenemos heridas en pene, vagina, región anal y rectal o bien en la boca. La forma más eficaz de evitarlo es utilizar el preservativo, aunque en áfrica también se está extendiendo la creencia, no del todo equivocada ya que en parte dificulta la aparición de heridas, de que la circuncisión evita el contagio.

Transmisión madre-hijo:

En general la placenta hace las funciones de filtro evitando que se produzca el contagio. Aun así el contagio puede llegar a producirse en la fase del parto. Hoy en día en el mundo desarrollado esto ya no ocurre gracias al suministro de fármacos a la madre durante el embarazo y a que el parto se realiza mediante una cesárea. desgraciadamente, esto en los paises subdesarrollados no es posible.